Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla.
Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.
Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación.
Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él!
Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él.
Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: їQué es esto? їQué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?
Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron.