Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo.
El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
porque el gran día de su ira ha llegado; їy quién podrá sostenerse en pie?