No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas griego Mamón.
El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.
Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!
Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os será limpio.
Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote, donde ladrón no llega, ni polilla destruye.
Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos;
Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;