Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
Pasó Jesús de allí y vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentó allí.
Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar;
En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.
Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.