Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro; y cuando miró dentro, vio los lienzos solos, y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido.
Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar.
Vino, pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado.