El ojo del adúltero está aguardando la noche, Diciendo: No me verá nadie; Y esconde su rostro.
Prenderán al impío sus propias iniquidades, Y retenido será con las cuerdas de su pecado.
Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.
Y será el pueblo como el sacerdote; le castigaré por su conducta, y le pagaré conforme a sus obras.
En los sacrificios de mis ofrendas sacrificaron carne, y comieron; no los quiso Jehová; ahora se acordará de su iniquidad, y castigará su pecado; ellos volverán a Egipto.
Llegaron hasta lo más bajo en su corrupción, como en los días de Gabaa; ahora se acordará de su iniquidad, castigará su pecado.
Jehová juró por la gloria de Jacob: No me olvidaré jamás de todas sus obras.