Y ahora, Señor, їqué esperaré? Mi esperanza está en ti.
Líbrame de todas mis transgresiones; No me pongas por escarnio del insensato.
Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu parte.
Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño.
Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Con sus ovejas y con sus vacas andarán buscando a Jehová, y no le hallarán; se apartó de ellos.
Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.
Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.
porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.