Y el sacerdote ungido meterá de la sangre del becerro en el tabernáculo de reunión,
Y hará de aquel becerro como hizo con el becerro de la expiación; lo mismo hará de él; así hará el sacerdote expiación por ellos, y obtendrán perdón.
Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados;
para que se muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad;
y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por sí mismo como también por el pueblo.