Por siete días harás expiación por el altar, y lo santificarás, y será un altar santísimo: cualquiera cosa que tocare el altar, será santificada.
Así los consagrarás, y serán cosas santísimas; todo lo que tocare en ellos, será santificado.
Todo lo que tocare su carne, será santificado; y si salpicare su sangre sobre el vestido, lavarás aquello sobre que cayere, en lugar santo.
Y la vasija de barro en que fuere cocida, será quebrada; y si fuere cocida en vasija de bronce, será fregada y lavada con agua.
Todo varón de entre los sacerdotes la comerá; es cosa santísima.
En el santuario la comerás; todo varón comerá de ella; cosa santa será para ti.