Y me seréis varones santos. No comeréis carne destrozada por las fieras en el campo; a los perros la echaréis.
Después degollará el macho cabrío en expiación por el pecado del pueblo, y llevará la sangre detrás del velo adentro, y hará de la sangre como hizo con la sangre del becerro, y la esparcirá sobre el propiciatorio y delante del propiciatorio.