Tomará luego de la sangre del becerro, y la rociará con su dedo hacia el propiciatorio al lado oriental; hacia el propiciatorio esparcirá con su dedo siete veces de aquella sangre.
Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.
Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,