Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus imágenes de Asera.
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Y si hubiere en él defecto, si fuere ciego, o cojo, o hubiere en él cualquier falta, no lo sacrificarás a Jehová tu Dios.
Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová, y sirvieron a los baales.
Y dejaron a Jehová, y adoraron a Baal y a Astarot.