ni presten atención a fábulas y genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe, así te encargo ahora.
Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad;
Recuérdales esto, exhortándoles delante del Señor a que no contiendan sobre palabras, lo cual para nada aprovecha, sino que es para perdición de los oyentes.
Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad.