Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, їes por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera.
No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.