Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo.
Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades;
Decid a Arquipo: Mira que cumplas el ministerio que recibiste en el Señor.
Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.