En pago de mi amor me han sido adversarios; Mas yo oraba.
Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy.
Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec.