Al músico principal. Salmo de David. Oh Dios de mi alabanza, no calles;
Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,
de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;