Y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando extienda mi mano sobre Egipto, y saque a los hijos de Israel de en medio de ellos.
Y el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.
Entonces los siervos de Faraón le dijeron: їHasta cuándo será este hombre un lazo para nosotros? Deja ir a estos hombres, para que sirvan a Jehová su Dios. їAcaso no sabes todavía que Egipto está ya destruido?
Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.
Digo: їQué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?
Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros.