Si comprares siervo hebreo, seis años servirá; mas al séptimo saldrá libre, de balde.
Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él.
Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, nuestros hijos como sus hijos; y he aquí que nosotros dimos nuestros hijos y nuestras hijas a servidumbre, y algunas de nuestras hijas lo están ya, y no tenemos posibilidad de rescatarlas, porque nuestras tierras y nuestras viñas son de otros.