Ciertamente la luz de los impíos será apagada, Y no resplandecerá la centella de su fuego.
La luz se oscurecerá en su tienda, Y se apagará sobre él su lámpara.
Sus pasos vigorosos serán acortados, Y su mismo consejo lo precipitará.
Porque red será echada a sus pies, Y sobre mallas andará.
Lazo prenderá su calcañar; Se afirmará la trampa contra él.
Su cuerda está escondida en la tierra, Y una trampa le aguarda en la senda.
De todas partes lo asombrarán temores, Y le harán huir desconcertado.
Serán gastadas de hambre sus fuerzas, Y a su lado estará preparado quebrantamiento.
La enfermedad roerá su piel, Y a sus miembros devorará el primogénito de la muerte.
Su confianza será arrancada de su tienda, Y al rey de los espantos será conducido.
fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.