He aquí, Dios no aborrece al perfecto, Ni apoya la mano de los malignos.
Él es sabio de corazón, y poderoso en fuerzas; їQuién se endureció contra él, y le fue bien?
Con Dios está la sabiduría y el poder; Suyo es el consejo y la inteligencia.
Mi lengua se pegue a mi paladar, Si de ti no me acordare; Si no enalteciere a Jerusalén Como preferente asunto de mi alegría.