Guardadlos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta.
El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal;
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
El sabio teme y se aparta del mal; Mas el insensato se muestra insolente y confiado.
Con misericordia y verdad se corrige el pecado, Y con el temor de Jehová los hombres se apartan del mal.
El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.