Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: їAcaso teme Job a Dios de balde?
їNo le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.
Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.
Entonces le dijo su mujer: їAún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.
Porque me ha quebrantado con tempestad, Y ha aumentado mis heridas sin causa.
Nunca tal acontezca que yo os justifique; Hasta que muera, no quitaré de mí mi integridad.
Mi justicia tengo asida, y no la cederé; No me reprochará mi corazón en todos mis días.