Y Jacob respondió a Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación.
Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, Así el hombre nace para la aflicción.
їNo son pocos mis días? Cesa, pues, y déjame, para que me consuele un poco,
їQué cosa es el hombre para que sea limpio, Y para que se justifique el nacido de mujer?
Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, Ando enlutado todo el día.
Porque todos sus días no son sino dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad.