Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres.
їPor qué se da luz al trabajado, Y vida a los de ánimo amargado,
Y así mi alma tuvo por mejor la estrangulación, Y quiso la muerte más que mis huesos.
Abomino de mi vida; no he de vivir para siempre; Déjame, pues, porque mis días son vanidad.