A la entrada del santuario hizo puertas de madera de olivo; y el umbral y los postes eran de cinco esquinas.
Las dos puertas eran de madera de olivo; y talló en ellas figuras de querubines, de palmeras y de botones de flores, y las cubrió de oro; cubrió también de oro los querubines y las palmeras.
Igualmente hizo a la puerta del templo postes cuadrados de madera de olivo.
Pero las dos puertas eran de madera de ciprés; y las dos hojas de una puerta giraban, y las otras dos hojas de la otra puerta también giraban.
Y talló en ellas querubines y palmeras y botones de flores, y las cubrió de oro ajustado a las talladuras.
Me introdujo luego en el templo, y midió los postes, siendo el ancho seis codos de un lado, y seis codos de otro, que era el ancho del tabernáculo.
Midió también su longitud, de veinte codos, y la anchura de veinte codos, delante del templo; y me dijo: Este es el lugar santísimo.