Porque el rey tenía en el mar una flota de naves de Tarsis, con la flota de Hiram. Una vez cada tres años venía la flota de Tarsis, y traía oro, plata, marfil, monos y pavos reales.
e hizo con él compañía para construir naves que fuesen a Tarsis; y construyeron las naves en Ezión-geber.
Pasaos a Tarsis; aullad, moradores de la costa.
Pasa cual río de tu tierra, oh hija de Tarsis, porque no tendrás ya más poder.
Damasco comerciaba contigo por tus muchos productos, por la abundancia de toda riqueza; con vino de Helbón y lana blanca negociaban.
Cuando tus mercaderías salían de las naves, saciabas a muchos pueblos; a los reyes de la tierra enriqueciste con la multitud de tus riquezas y de tu comercio.