El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá.
Y no tomaréis precio por la vida del homicida, porque está condenado a muerte; indefectiblemente morirá.
Y yo te juzgaré por las leyes de las adúlteras, y de las que derraman sangre; y traeré sobre ti sangre de ira y de celos.