Mis ojos están gastados de sufrir; Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
También mandó el rey a Jerameel hijo de Hamelec, a Seraías hijo de Azriel y a Selemías hijo de Abdeel, para que prendiesen a Baruc el escribiente y al profeta Jeremías; pero Jehová los escondió.
Judá ha ido en cautiverio a causa de la aflicción y de la dura servidumbre; Ella habitó entre las naciones, y no halló descanso; Todos sus perseguidores la alcanzaron entre las estrechuras.
Padecemos persecución sobre nosotros; Nos fatigamos, y no hay para nosotros reposo.
Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos.
Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.