El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora, Y cualquiera que por ellos yerra no es sabio.
No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, Ni de los príncipes la sidra;
No sea que bebiendo olviden la ley, Y perviertan el derecho de todos los afligidos.
Dad la sidra al desfallecido, Y el vino a los de amargado ánimo.
Beban, y olvídense de su necesidad, Y de su miseria no se acuerden más.
Y dediqué mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu.
Fornicación, vino y mosto quitan el juicio.