No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, Ni de los príncipes la sidra;
No sea que bebiendo olviden la ley, Y perviertan el derecho de todos los afligidos.
Y les pondré jóvenes por príncipes, y muchachos serán sus señores.
Y el pueblo se hará violencia unos a otros, cada cual contra su vecino; el joven se levantará contra el anciano, y el villano contra el noble.
Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él. Pueblo mío, los que te guían te engañan, y tuercen el curso de tus caminos.
¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende!