Aunque subiere su altivez hasta el cielo, Y su cabeza tocare en las nubes,
Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte;
sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo.
Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón. Tú que habitas en cavernas de peñas, que tienes la altura del monte, aunque alces como águila tu nido, de allí te haré descender, dice Jehová.
Aunque cavasen hasta el Seol, de allá los tomará mi mano; y aunque subieren hasta el cielo, de allá los haré descender.
¡Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal!