Y si me hicieres altar de piedras, no las labres de cantería; porque si alzares herramienta sobre él, lo profanarás.
Entonces hablarás y dirás delante de Jehová tu Dios: Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres, y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa;
y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre.
Y los albañiles de Salomón y los de Hiram, y los hombres de Gebal, cortaron y prepararon la madera y la cantería para labrar la casa.