Tu sierva, pues, dice: Sea ahora de consuelo la respuesta de mi señor el rey, pues que mi señor el rey es como un ángel de Dios para discernir entre lo bueno y lo malo. Así Jehová tu Dios sea contigo.
En ti, oh Jehová, me he refugiado; No sea yo avergonzado jamás.
Socórreme y líbrame en tu justicia; Inclina tu oído y sálvame.
Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz;
Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros,
Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.
Porque Jehová da la sabiduría, Y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.
Él provee de sana sabiduría a los rectos; Es escudo a los que caminan rectamente.
Es el que guarda las veredas del juicio, Y preserva el camino de sus santos.
Entonces entenderás justicia, juicio Y equidad, y todo buen camino.
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.