Entonces se enojó Asa contra el vidente, lo echó en la cárcel, porque se encolerizó grandemente a causa de esto. Y oprimió Asa en aquel tiempo a algunos del pueblo.
Entonces el rey de Israel dijo: Tomad a Micaías, y llevadlo a Amón gobernador de la ciudad, y a Joás hijo del rey.
Y decidles: El rey ha dicho así: Poned a éste en la cárcel, y sustentadle con pan de afliccion y agua de angustia, hasta que yo vuelva en paz.
Y Micaías dijo: Si tú volvieres en paz, Jehová no ha hablado por mí. Dijo además: Oid, pueblos todos.