Aconteció que cuando volvían ellos, cuando David volvió de matar al filisteo, salieron las mujeres de todas las ciudades de Israel cantando y danzando, para recibir al rey Saúl, con panderos, con cánticos de alegría y con instrumentos de música.
Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles.
Y David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas.
Alabadle a son de bocina; Alabadle con salterio y arpa.
Alabadle con pandero y danza; Alabadle con cuerdas y flautas.
Alabadle con címbalos resonantes; Alabadle con címbalos de júbilo.