Estaban allí los tres hijos de Sarvia: Joab, Abisai y Asael. Este Asael era ligero de pies como una gacela del campo.
David entonces dijo: їQué tengo yo con vosotros, hijos de Sarvia, para que hoy me seáis adversarios? їHa de morir hoy alguno en Israel? їPues no sé yo que hoy soy rey sobre Israel?
їAcaso he venido yo ahora sin Jehová a este lugar, para destruirlo? Jehová me ha dicho: Sube a esta tierra, y destrúyela.
He aquí, arrebatará; їquién le hará restituir? їQuién le dirá: їQué haces?
їQuién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó?
їDe la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno?
quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;
Mas antes, oh hombre, їquién eres tú, para que alterques con Dios? їDirá el vaso de barro al que lo formó: їPor qué me has hecho así?