Pero como Absalón le importunaba, dejó ir con él a Amnón y a todos los hijos del rey.
Así huyó Absalón y se fue a Gesur, y estuvo allá tres años.
Y David estaba sentado entre las dos puertas; y el atalaya había ido al terrado sobre la puerta en el muro, y alzando sus ojos, miró, y vio a uno que corría solo.