Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella.
Y matando el becerro, trajeron el niño a Elí.
Los arcos de los fuertes fueron quebrados, Y los débiles se ciñeron de poder.
¡Ha perecido la gloria de Israel sobre tus alturas! ¡Cómo han caído los valientes!