11
Porque he aquí, esto mismo de que hayáis sido contristados según Dios, ¡qué solicitud produjo en vosotros, qué defensa, qué indignación, qué temor, qué ardiente afecto, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto.
Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, їqué diremos? їSerá injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre.)
Y vosotros estáis envanecidos. їNo debierais más bien haberos lamentado, para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?
Le basta a tal persona esta reprensión hecha por muchos;
Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;