Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado.
Y el joven Samuel iba creciendo, y era acepto delante de Dios y delante de los hombres.
Y Samuel creció, y Jehová estaba con él, y no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras.
Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu; y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.
Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.