Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando a Jehová.
Entonces dijo Saúl: He pecado; vuélvete, hijo mío David, que ningún mal te haré más, porque mi vida ha sido estimada preciosa hoy a tus ojos. He aquí yo he hecho neciamente, y he errado en gran manera.
Y David respondió y dijo: He aquí la lanza del rey; pase acá uno de los criados y tómela.
Pero Abner hijo de Ner, general del ejército de Saúl, tomó a Is-boset hijo de Saúl, y lo llevó a Mahanaim,