Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.
Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.
Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo,
no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis.