Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.