Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.