Pero, oh Jehová de los ejércitos, que juzgas con justicia, que escudriñas la mente y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque ante ti he expuesto mi causa.
Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
Pues, їbusco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? їO trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
Antes por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión
según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.