No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.
Y clamaban a gran voz, diciendo: їHasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?